Proceso de fabricación de las pegatinas

Cuando éramos pequeños intercambiábamos stickers con los amigos; siendo adolescentes decorábamos con ellos nuestros cuadernos y casilleros;

y ahora, como adultos, los usamos para identificar nuestros carros o negocios.

Toda una vida aprovechando sus cualidades, y muy probablemente sin sospechar cómo es exactamente el proceso de fabricación de las pegatinas que tanto color le han dado y le siguen dando al mundo.

Pero eso va a ser hasta hoy, porque te vamos a explicar todo el procedimiento que hay detrás de esos diseños que nos han acompañado a todas partes.

¿Cuál es el proceso de fabricación de las pegatinas?

Hay muchas cosas en el mundo que nos preguntamos cómo se hacen, y debido a que nuestra área es el arte visual, hoy te explicaremos cuál es el proceso de fabricación de las pegatinas.

Como ya sabes, una pegatina es un diseño preparado en un soporte adhesivo, con el fin de transferirlo a otras superficies como plástico, cartón, vidrio, porcelana o metal, y que incluye diferentes tipos de gráficos, diseños o eslóganes.

Suena interesante y lo hemos comprobado desde niños hasta adultos, pero su proceso de fabricación lo es aún más.

Veamos.

La producción en masa de calcomanías en el sector industrial se realiza a través varios métodos:

Serigrafía.
Offset.
Flexografía.
Inkjet digital.

Cada proceso tiene sus ventajas e inconvenientes. Pero veamos por separado los que consideramos prioritarios.

Serigrafía

Se estima que las primeras impresiones fueron realizadas por los nativos de las islas Fiyi, en el año 3000 a. C., utilizando hojas de plátano agujereadas para la distribución de las tintas. Posteriormente se cambió el material por la seda, y de ahí proviene su nombre: sericum (seda, en latín) graphe (escribir, en griego).

Ahora bien, el proceso de fabricación de las pegatinas a través de la impresión serigráfica ACTUAL se realiza de la siguiente forma:

El diseño ha de separarse en las distintas tintas a imprimir (o en CMYK si la impresión será a todo color, como en el caso de una imagen) mediante un programa informático.
A continuación, se imprime una película de tinta opaca sobre una lámina de poliéster para cada color a imprimir. Esta lámina resultante se denomina fotolito.
Seguidamente, se traspasa cada trazado a una pantalla entelada para cada color mediante un proceso muy similar al revelado fotográfico, pasando por tres fases: emulsionado, insolado y revelado.
Dicha imagen quedaría en negativo sobre la pantalla, resultando libre el espacio destinado al diseño. Solo por ahí pasaría la tinta durante la impresión .
Por fin se montaría la pantalla sobre la máquina seleccionada, las cuales pueden ser manuales, automáticas o mixtas (más adelante hablaremos sobre los tipos de máquinas serigráficas en otro post) y se comenzaría a imprimir mediante una rasqueta que arrastraría la tinta sobre la pantalla haciendo, de esta forma, que pasara a través de los huecos antes revelados.
En último lugar quedaría el secado de estas tintas sobre el soporte seleccionado (papel, cartón, PVC, etc.) mediante exposición a luz ultravioleta, o directamente dejándolas secar al aire. Dependiendo de que tipo de tinta se use.

Para hacer el corte exterior se puede una una guillotina si la forma va a ser rectangular o cuadrada, o, en su defecto, una máquina troqueladora si la silueta fuera circular o personalizada.

Este proceso, destinado a grandes tiradas muy rentables, evoluciona de una manera drástica en las máquinas de impresión de chorro de tinta o inkjet. Al igual que la manera de plasmar la imagen sobre el soporte. Lo vemos a continuación:

Impresión digital inkjet.

Antes que nada, tienes que saber que las máquinas de impresión digital, son impresoras de chorro de tinta grandes con una calidad de impresión muy alta y, sobre todo, con una velocidad mayor que una impresora de oficina.

Este método es relativamente moderno, y para llevarlo a cabo se utiliza maquinaria con una gran inversión en electrónica y calidad de impresión.

Aquí te detallamos el proceso de fabricación de pegatinas con impresión digital.

La imagen digitalizada pasa por un programa RIP o Raster Image Processor (procesador de imágenes rasterizadas), el cuál traduce la imagen para que la impresora pueda soltar cada microgota de tinta en el lugar adecuado.
Se carga el material en máquina, ajustando todos los valores para una impresión óptima.
La tinta pasa por unos circuitos desde el cartucho hasta los cabezales de impresión que ‘”escupen” microgotas de tinta por cada uno de los pequeños orificios (inyectores) depositándolas sobre el soporte para formar la imagen impresa. Mínimo hay un cabezal para cada color.
El secado de estas tintas lleva la misma dinámica que en serigrafía: mediante la exposición a una luz ultravioleta, en caso de las impresoras de tinta UV, o directamente secando al aire, en caso de las impresoras ecosolventes.

En la mayoría de impresoras inkjet modernas el corte de los adhesivos está incluido en sus funciones básicas, pudiendo ejecutar un corte, o troquelado total o a medio papel. Lo que ahorra enormemente el tiempo y abre un abanico oportunidades en cuanto a personalización en tiradas cortas.